miércoles, 14 de octubre de 2009

Dos estudios identifican genes marcadores de la respuesta al tratamiento con Interferón-beta para la Esclerosis Múltiple.

Se calcula que sólo entre un 20 y un 55% de los pacientes con Esclerosis Múltiple tratados mejoran con el tratamiento estándar con interferón beta.

- Especialistas del Institut de Recerca de l’Hospital Universitari Vall d’Hebron de Barcelona (IR-HUVH) ya hace tiempo que han orientado una de sus líneas de investigación en la detección precoz de los pacientes que no responden al tratamiento con interferón beta, con el objetivo de poder ofrecer una alternativa terapéutica.


Barcelona, Octubre del 2009.- El grupo de investigación en Neuroimmunología Clínica del Institut de Recerca de l’Hospital Universitari Vall d’Hebron de Barcelona (IR-HUVH), dirigido por el Dr. Xavier Montalbán, publica dos estudios, uno en la revista Archives of Neurology y otro en la revista Brain en los que se identifican genes que pueden servir como marcadores de la respuesta al tratamiento de la Esclerosis Múltiple con el interferón beta (IFN- β), con la idea de poder ofrecer, de forma muy inicial, otras alternativas terapéuticas a aquellos pacientes a los cuales este fármaco convencional no les produce ningún efecto.

La Esclerosis Múltiple es una enfermedad neurodegenerativa, crónica y no contagiosa, que afecta gravemente la movilidad del individuo produciendo una discapacidad progresiva. De hecho, en los países occidentales, supone la primera causa más frecuente de discapacidad neurológica. La sintomatología aparece cuando los pacientes tienen entre 20 y 40 años (es la enfermedad neurológica más frecuente entre los jóvenes, después de la epilepsia) y, a día de hoy, no tiene un tratamiento curativo.

El interferón beta (IFN- β) es una de las líneas principales de tratamiento que existen, actualmente, de la Esclerosis Múltiple. Aún así, por desgracia, no todos los pacientes responden favorablemente a este tratamiento. Se calcula que sólo un 20-55% de los individuos tratados mejoran con este fármaco.

Además, curiosamente, y a diferencia de otras enfermedades, en el tratamiento de la Esclerosis Múltiple con IFN- β, los especialistas tardan uno o dos años en conocer cuál es la respuesta a este tratamiento en cada uno de los individuos afectados. Éste es, pues, un problema añadido que los investigadores de la Vall d’Hebron se han propuesto resolver: “antes de empezar con todo el largo y costoso procedimiento terapéutico, con efectos secundarios, hay que saber cuál es este 20-55% de pacientes que responderán de manera adecuada al IFN- β, y detectar qué pacientes no lo harán nunca para poder ofrecer, de esta forma, desde un buen inicio, una alternativa terapéutica”, nos explica el Dr. Manel Comabella, responsable de estos estudios.

Con el objetivo de conocer qué pacientes responderán positivamente y cuáles no a esta terapia los investigadores se propusieron el siguiente objetivo: identificar marcadores genéticos asociados a la respuesta al tratamiento con IFN-beta, para identificar previamente qué enfermos responderán bien al IFN- β y cuáles no, para no tener que esperar así unos 2 años para valorar la efectividad del tratamiento.

Los dos trabajos presentados por los investigadores del IR-HUVH, se han llevado a cabo partiendo de enfoques distintos. Mientras que el publicado en Archives of Neurology se basa en un estudio de polimorfismos genéticos, el que recoge la revista Brain constituye un estudio de la expresión del gen. En ambos casos se ha utilizado tecnología de vanguardia, los microarrays, que permiten un abordaje de todo nuestro genoma.

Respecto al trabajo publicado en Archives of Neurology, “El primer paso, y después de tratar unos doscientos pacientes con IFN- β, consistió en dividir los pacientes en dos grupos: en el primero, los que sí dan un resultado positivo ante este fármaco, y en el segundo, los que no lo hacen”, nos explica el Dr. M. Comabella; “una vez identificados claramente estos dos grupos se ha buscado qué los diferencia genéticamente, obteniendo un listado de genes. Estos posibles genes se han validado en muestras independientes, hasta que por fin se identificaron, entre otros, 2 genes concretos relacionados con la vía de actuación del IFN- β”.

En cuanto a la investigación publicada en Brain, el Dr. M. Comabella comenta que se analizó la expresión génica de 47 pacientes tratados con IFN- β durante un periodo mínimo de dos años, clasificados de nuevo según su respuesta positiva o negativa a la medicación. Un grupo de validación integrado por 30 pacientes más fue incluido en el estudio para reproducir los resultados de expresión génica obtenidos.

El grupo de investigación en Neuroimmunologia del IR-HUVH está centrado en esta búsqueda con el objetivo de mejorar la calidad de vida del paciente con Esclerosis Múltiple y profundizar en el conocimiento de los mecanismos patogénicos de la enfermedad, para poder así desarrollar nuevos abordajes terapéuticos más eficaces. El éxito de este grupo radica en su implicación directa en la mayoría de avances, diagnósticos, patogénicos y terapéuticos.