viernes, 16 de noviembre de 2012

Cortocircuitos en el cerebro

Científicos valencianos impulsan un proyecto para conocer qué alteraciones originan enfermedades como la epilepsia y la esquizofrenia

Un grupo de científicos del Instituto de Neurociencias de Alicante, centro mixto de la Universidad Miguel Hernández y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), con Guillermina López-Bendito a la cabeza, iniciará en septiembre un proyecto de investigación que puede suponer un importante avance en el estudio de patologías neuronales como la esquizofrenia y la epilepsia।El trabajo es uno de los 18 galardonados a nivel internacional por la Human Frontier Science Program Organitation, una de las entidades de financiación de la investigación científica más prestigiosas del mundo। Gracias al premio, el equipo encabezado por la científica de origen dominicano pero alicantina de adopción, dispondrá de 280.000 euros anuales por tres años para estudiar cómo se desarrolla la corteza cerebral, y descubrir su funcionamiento y adaptación a situaciones adversas. El trabajo estudiará los mecanismos que controlan la formación de una de las conexiones más importantes del cerebro, la proyección entre el tálamo y la corteza cerebral, y de cómo la información sensorial transmitida puede modificar la función de la corteza cerebral ante alteraciones externas. "El tálamo (situado en la región central del cerebro) recibe continuamente información sensorial de los órganos de los sentidos (vista, oído, tacto) y es el encargado de mandar estas señales a la región de la corteza cerebral correspondiente", explica la joven investigadora. "En este sentido, en una persona ciega", añade, "la información que se refiere a la vista no llega al tálamo y, por lo tanto, tampoco llega a la corteza visual". Es frecuente que en el momento que un sentido falla otro logre un mayor desarrollo. Según López-Bendito no es extraño encontrar personas ciegas con un gran sentido de la audición. Aquí reside el núcleo del trabajo: adentrarse en el cerebro y descubrir cómo se produce este fenómeno para así generarlo artificialmente. "La actividad eléctrica está implicada y creemos que los axones talamocorticales (extensiones de las neuronas talámicas a través de las cuales viaja la información sensorial del tálamo a la corteza) podrían utilizar estos impulsos eléctricos para reconocer el área de la corteza correcta", dice. Las implicaciones de esta investigación, a pesar de ser a largo plazo, son diversas. Por un lado, conocer cómo el cerebro se "reorganiza" para compensar estos errores permitiría la generación artificial de este proceso. En una persona ciega podría llegar a ser posible generar los impulsos eléctricos que hicieran llegar la información del sentido de la vista al tálamo y de ahí a su corteza cerebral. En el caso de enfermedades como la esquizofrenia y la epilepsia, en las que se ha puesto de manifiesto la existencia de alteraciones en las conexiones entre el tálamo y la corteza cerebral, la investigación también supondría un importante avance. Conocer de qué manera se comportan estas conexiones en situaciones adversas podría ayudar a entender mejor estas enfermedades que afectan al sistema nervioso. "Muchas de las alteraciones neurológicas que afectan al funcionamiento de la corteza cerebral se producen durante el desarrollo, cuando las conexiones cerebrales se están formado, y por tanto conocer los mecanismos implicados en su formación podría acercarnos al entendimiento de sus causas", explica la coordinadora del proyecto.Guillermina López-Bendito reconoce que se trata de un proyecto con expectativas a largo plazo y más centrado en el conocimiento. "Ahora disponemos de tres años para ponerlo en funcionamiento", apunta. López-Bendito, de 32 años, es la coordinadora y la más joven del equipo de científicos que participan en este proyecto de innovación y multidisciplinar. El equipo lo completan tres grupos de científicos que trabajarán en Japón, Australia y Reino Unido.



Tratamientos innovadores para los pacientes con epilepsia


Tratamientos innovadores para los pacientes con epilepsia


El proyecto pionero se llama EPIXCHANGE. Nuevos enfoques están siendo utilizados en el tratamiento de la epilepsia, una enfermedad neurológica devastadora que afecta a 50 millones de personas en todo el mundo, 6 millones de los cuales se encuentran en Europa. Esta investigación implica el uso de virus para infectar las células del cerebro, y el trasplante de células en él.
El proyecto pionero de este tratamiento alternativo se titula EPIXCHANGE ("terapias genéticas innovadoras para el tratamiento de la epilepsia»), y el trabajo se llevará a cabo en la Universidad de Lund, Suecia, en colaboración con investigadores italianos, daneses y franceses de las instituciones académicas y las pequeñas y medianas empresas (PYME). El presupuesto total del proyecto es de casi 1 millón de euros y está financiado por la Unión Europea.

En Suecia, donde EPIXCHANGE fue ideado, 60 000 personas sufren de epilepsia. Sin embargo, alrededor de 30% a 40% de estos pacientes son resistentes a los tratamientos farmacológicos, que son principalmente sintomáticos y con frecuencia tienen efectos secundarios. Por lo tanto, el objetivo principal de EPIXCHANGE es explorar terapias innovadoras para el tratamiento de la epilepsia.

El proyecto explorará el desarrollo de líneas celulares humanas encapsuladas que producen el neurotransmisor galanina y el neuropéptido Y (NPY) y su efecto sobre las convulsiones epilépticas. Se utilizan vectores virales para entregar neuropéptidos y otras proteínas - los factores neurotróficos - en el cerebro para suprimir las convulsiones. Estos nuevos enfoques sentarán las bases para el desarrollo de estrategias alternativas de tratamientos para la epilepsia.