domingo, 24 de diciembre de 2023

Síndrome de Guillain-Barré

 

Síndrome de Guillain-Barré

(Polineuritis idiopática aguda, polirradiculoneuropatía desmielinizante inflamatoria aguda)

Por 

Michael Rubin 

, MDCM, New York Presbyterian Hospital-Cornell Medical Center

Revisado/Modificado abr. 2022
VISTA PARA PACIENTES

El síndrome de Guillain-Barré es una polineuropatía inflamatoria aguda y por lo general rápidamente progresiva pero autolimitada caracterizada por debilidad muscular e hipoestesia distal leve. La causa se considera autoinmunitaria. El diagnóstico es clínico. El tratamiento incluye inmunoglobulina IV, plasmaféresis y, en los casos graves, ventilación mecánica.

El síndrome de Guillain-Barré es la neuropatía inflamatoria adquirida más frecuente. Existen distintas variantes. En algunas variedades, predomina la desmielinización; otras afectan el axón.

Etiología del síndrome de Guillain-Barré

Aunque la causa del síndrome de Guillain-Barré no se comprende por completo, se cree que es autoinmunitaria.

En alrededor de dos tercios de los pacientes, el síndrome de Guillain-Barré comienza 5 días a 3 semanas después de un trastorno infeccioso banal, una cirugía o una vacunación. La infección es el desencadenante en > 50% de los pacientes; los patógenos más comunes son

Después del programa de vacunación contra la gripe porcina en 1976, pero más tarde se demostró que la asociación era espuria, debido a un sesgo de verificación. En algunos pacientes, el síndrome de Guillain-Barré se desarrolló después de una infección por el virus Zika o después de una infección por COVID-19.

Los efectos adversos de los inhibidores del punto de control inmunitario (checkpoint inhibitors) incluyen un síndrome que se asemeja al de Guillain-Barré.

Si la debilidad progresa durante > 2 meses, se diagnostica polineuropatía desmielinizante inflamatoria crónica.

Signos y síntomas del síndrome de Guillain-Barré

Una debilidad flácida predomina en la mayoría de los pacientes con síndrome de Guillain-Barré; siempre es más sobresaliente que las anomalías sensitivas y puede ser más prominente en la porción proximal. Las debilidades relativamente simétricas con parestesias suelen comenzar en las piernas y progresan hacia los brazos, pero en ocasiones comienzan en los brazos o en la cabeza. En el 90% de los pacientes, la debilidad es máxima por lo general menos a las 3 o 4 semanas. Se pierden los reflejos osteotendinosos profundos. Los esfínteres suelen estar respetados. La debilidad sigue siendo la misma durante un periodo variable, por lo general durante unas pocas semanas, y luego se resuelve.

Los músculos faciales u orofaríngeos son débiles en > 50% de los pacientes con enfermedad grave. Pueden aparecer deshidratación y subnutrición. La parálisis respiratoria es lo suficientemente grave como para requerir intubación endotraquial y se realiza una ventilación mecánica en el 5 al 10%.

Algunos pacientes (posiblemente con una forma variante) tienen una disfunción autonómica importante, potencialmente fatal, que produce fluctuaciones en la presión arterial, una secreción inapropiada de ADH, arritmias cardíacas, estasis gastrointestinal, retención urinaria y cambios pupilares.

Una variante inusual (la variante de Fisher o síndrome de Miller-Fisher) puede causar solo oftalmoparesia, ataxia y arreflexia.

Diagnóstico del síndrome de Guillain-Barré

  • Evaluación clínica

  • Estudios electrodiagnósticos

  • Análisis del líquido cefalorraquídeo (LCR)

El diagnóstico del síndrome de Guillain-Barré es primariamente clínico.

Diagnósticos diferenciales

Una debilidad aguda similar puede ser el resultado de miastenia grave, botulismo, poliomielitis (principalmente fuera de los Estados Unidos), parálisis por garrapatas, infección por el virus del Nilo occidental, neuropatías metabólicas y mielitis transversa, pero estos trastornos habitualmente pueden distinguirse de la siguiente forma:

  • La miastenia grave es intermitente y empeora con el esfuerzo.

  • El botulismo puede causar pupilas dilatadas fijas (en el 50% de los casos) y una disfunción importante de los nervios craneales con una sensibilidad normal.

  • La poliomielitis suele ocurrir en epidemias.

  • La parálisis por garrapatas produce una parálisis ascendente pero respeta la sensibilidad.

  • El virus del Nilo occidental produce cefalea, fiebre y una parálisis flácida asimétrica pero respeta la sensibilidad.

  • Las neuropatías metabólicas aparecen con un trastorno metabólico crónico.

  • La mielitis transversa causa dolor, debilidad, sensación anormal y disfunción urinaria.

Estudios complementarios

Se realizan pruebas para trastornos infecciosos y disfunción inmunitaria, que incluyen pruebas para hepatitis, HIV y electroforesis de proteínas en suero.

Si se sospecha un síndrome de Guillain-Barré, los pacientes deben ser hospitalizados para realizar pruebas electrodiagnósticas (estudios de la conducción nerviosa y electromiografía), análisis de líquido cefalorraquídeo y una monitorización por medición de la capacidad vital forzada cada 6 a 8 horas. Los estudios electrodiagnósticos iniciales detectan velocidades lentas de conducción nerviosa y evidencia de desmielinización secundaria en dos tercios de los pacientes; sin embargo, los resultados normales, en particular dentro de los primeros 5 a 7 días, no excluyen el diagnóstico y no deben retardar el tratamiento.

El análisis de líquido cefalorraquídeo puede detectar disociación albuminocitológica (proteínas aumentadas pero un hemograma normal), pero es posible que no aparezca por hasta 1 semana y no se ve en el 10% de los pacientes.

En raras ocasiones, la compresión de la médula cervical— particularmente cuando coexiste una polineuropatía (que produce hiporreflexia o contribuye a ella) y la participación bulbar no es prominente —puede simular el síndrome de Guillain-Barré; en tales casos, debe hacerse una RM.

Pronóstico del síndrome de Guillain-Barré

El síndrome de Guillain-Barré es letal en < 2%. La mayoría de los pacientes mejoran considerablemente en un período de meses, pero alrededor del 30% de los adultos e incluso más niños tienen una debilidad residual a los 3 años. Los pacientes con defectos residuales pueden requerir reentrenamiento, dispositivos ortopédicos o cirugía.

Después de la mejoría inicial, el 2 al 5% de los pacientes desarrolla una polineuropatía desmielinizante inflamatoria crónica (PDIC).

Tratamiento del síndrome de Guillain-Barré


Reporte de un caso de Síndrome de Guillain Barré post vacuna CoronaVIRUS: ¿rol causal o asociación temporal?

 Al 04 de junio de 2021, la pandemia de COVID-19 ha afectado a más de 170 millones de personas a nivel mundial causando más de 3,6 millones de muertes1. Se han reportado múltiples complicaciones a nivel del sistema nervioso2,3, siendo una de ellas el Síndrome de Guillain-Barré (SGB). Este cuadro se caracteriza por una tetraparesia flácida ascendente de inicio subagudo que generalmente se desencadena tras un gatillante, dentro de los que se describen cuadros infecciosos respiratorios o gastrointestinales, cirugías o traumatismos, y vacunas. Fisiopatológicamente se explicaría por una reacción cruzada entre la respuesta inmune contra el agente patógeno y antígenos de la mielina o de los axones neuronales, afectando tanto las raíces nerviosas como nervios periféricos4. Según su forma de presentación se describen varios subtipos, destacando la polineuropatía desmielinizante inflamatoria aguda (AIDP), el síndrome de Miller Fisher (SMF), la neuropatía aguda axonal motora (AMAN) y la neuropatía aguda axonal sensitivo-motora (AMSAN).

El SGB post vacuna es un tema controversial5, no estando claro si la vacuna causa un SGB o si se trata sólo de una asociación temporal 6. Esto cobra especial relevancia en el contexto actual en el que existen campañas de vacunación masiva contra la pandemia de COVID-19, las que a pesar de haber mostrado ser seguras y efectivas7,8,9, aún generan desconfianza en una parte importante de la población10.

A continuación, describimos un caso de una paciente que desarrolló un SGB, subtipo AMAN, posterior a la inoculación de la primera dosis de la vacuna CoronaVac. Discutimos la evidencia respecto a la atribución de causalidad en base a la evidencia actual.

La paciente otorgó su consentimiento informado para realizar este reporte, el cual fue aprobado por el Comité de Ética Científica del Hospital del Trabajador de la Asociación Chilena de Seguridad

CASO CLÍNICO

Mujer de 50 años con antecedente de enfermedad celíaca (EC) diagnosticada en su niñez, confirmada mediante biopsia intestinal, actualmente en remisión en tratamiento con dieta sin gluten. Dos días después de haber recibido la primera dosis de la vacuna de virus inactivo de SARS-CoV-2 (CoronaVac©Sinovac Life Science, China) comienza con parestesias de inicio subagudo, dolor lumbar y debilidad de extremidades inferiores, progresando los 3 días siguientes con debilidad en sus 4 extremidades, con imposibilidad de mantener marcha independiente, por lo que consultó en el servicio de urgencia. No existían antecedentes de infecciones previas, exposición a toxinas o metales pesados. Al examen destacaba una tetraparesia fláccida de predominio distal, sin cefaloparesia, con una fuerza muscular de M3 y M4 en la escala de MRC (Medical Research Council) en las extremidades superiores e inferiores, respectivamente, requiriendo asistencia para la sedestación y bipedestación, asociado a una ausencia generalizada de reflejos de estiramiento muscular, estando presentes sólo el reflejo bicipital y tricipital izquierdos. A nivel sensitivo destacaban parestesias en extremidades inferiores. La paciente no presentó signos de alteración a nivel del sistema nervioso central, sistema oculomotor, compromiso respiratorio neuromuscular ni ataxia.

Estudios

El detalle de los estudios se presenta en la tabla 1. En particular, no hubo elevación de parámetros inflamatorios y los estudios infectológicos realizados resultaron negativos, incluyendo la PCR para SARS-CoV-2. El estudio de marcadores generales de autoinmunidad no mostró alteraciones. Las muestras de líquido cefalorraquídeo al ingreso y a los 17 días de evolución fueron normales, sin disociación albúmino/citológica. El estudio electrofisiológico realizado a los 7 días de evolución mostró una disminución en la amplitud del Potencial de acción muscular compuesto (CMAP) en las cuatro extremidades, sin alteraciones significativas de la latencia ni velocidad de conducción nerviosa, con un patrón electromiográfico de reclutamiento levemente disminuido en las 4 extremidades, sugiriendo un SGB subtipo AMAN. Una RM de médula espinal mostró captación de contraste en el borde anterior del cono medular y en las raíces anteriores del fillum terminalis y posteriores de T11T12 (Figura 1), evidenciando además masas adenopáticas de hasta 40 mm en ambas cadenas laterales cervicales. Se amplió el estudio para causas neoplásicas y otras infecciones con la realización de un TC de tórax-abdomen y pelvis, una RM cerebral y serología para diversos patógenos, con resultados negativos (Tabla 1). Una ecografía cervical a los 20 días de evolución evidenció la remisión espontánea de las adenopatías.

Evolución y tratamiento

Al ingreso se constató una fuerza M2 a distal, iniciando un tratamiento con inmunoglobulina intravenosa (IgIV) a 0,4 mg/Kg/día por 5 días, asociándose a una detención de la progresión de la debilidad a la evaluación clínica tras completar la terapia. Se realizaron sesiones diarias de neurorrehabilitación durante 40 días que duró su hospitalización. A la semana 5 la fuerza en extremidades era M4, venciendo resistencia mínima en extremidades superiores y resistencia intensa en las inferiores, logrando deambulación con bastones y subir y bajar escaleras con mínima asistencia. Un control con EMG confirmó una polineuropatía axonal motora moderada a severa con denervación activa (Tabla 1).

DISCUSIÓN

El SGB post vacunación es una entidad poco frecuente en la que no existe consenso respecto a si la concomitancia implica causalidad o sólo una asociación temporal5,6. Un aumento del número de casos de SGB tras la campaña de vacunación contra la epidemia de influenza en Estados Unidos en 197611 levantó las alarmas respecto a esta entidad.

Desde entonces múltiples estudios han mostrado resultados dispares respecto a esta asociación, sin embargo, meta-análisis recientes muestran un discreto aumento de riesgo de presentar un SGB tras campañas de vacunación12,13, el que no sobrepasaría al riesgo de desarrollar un SGB posterior a la infección por influenza14.

Respecto a la pandemia de COVID-19 y las vacunas contra el SARS-CoV-2, la información es escasa. Existen reportes de casos aislados de SGB secundarios a vacunas de RNAm (BioNTech/Pfizer)15 y de vectores adenovirales (AstraZeneca16 y Johnson & Johnson17.) destacando en este último estudio que de los dos casos reportados uno pertenecía al grupo inoculado con la vacuna y el otro al inoculado con placebo. La EMA (Agencia de Medicamentos Europea), reporta al 25 de julio 833 casos de SGB en 592 millones de inoculados con la vacuna de AstraZeneca18 , y 108 casos en más de 7 millones de personas vacunadas al 30 de junio de 2021 con la vacuna de Johnson&Johnson19, incorporando el SGB como un evento adverso muy raro asociado a ambas vacunas. Respecto a la vacuna Coronavac, dentro de nuestro conocimiento, no existen reportes de SGB post vacuna.

En Chile, la incidencia de SGB es de 2,1/100.000 hbts/año20, con una población de aproximádamente 19.000.000 de personas. Si consideramos que un tercio de los pacientes con SGB no tienen desencadenantes previos identificables21, entonces es esperable observar 2-3 casos de SGB semanales promedio sin desencadenantes claros. Con aproximadamente 11.000.000 de personas vacunadas en Chile entre marzo y junio de 202122, es esperable que algunos de estos casos sin desencadenante claro ocurran en personas que se han vacunado recientemente.

En el caso reportado, la presentación clínica y los exámenes complementarios apoyan el diagnóstico de AMAN, con un nivel 2 de certeza diagnóstica de acuerdo a los criterios de Brighton5, ya que no se observó un aumento del nivel de proteínas en el LCR, lo que se ha descrito hasta en un 10% de los casos de SGB23,24.

El antecedente de EC es relevante, ya que aumenta el riesgo de desarrollar una neuropatía en 2,5 veces25,presentándose más frecuentemente como una polineuropatía con síntomas sensitivos, de curso larvado, largo dependiente, de tipo sensitivo-motor axonal a la electrofisiología26. Otras presentaciones menos frecuentes son la mononeuropatía múltiple, neuronopatías, polineuropatía inflamatoria desmielinizante crónica (CIDP), neuropatías autonómicas y neuropatía motora pura25,26,27. El carácter agudo, compromiso motor, axonal y la falta de recidiva hacen que estos cuadros sean menos probables en el caso reportado. A pesar que existen estudios que sugieren una asociación entre la EC y el SGB28, estudios poblacionales no han corroborado esta asociación25.

El que la tetraparesia fláccida observada en nuestra paciente sea secundaria a otras patologías autoinmunes sistémicas es poco probable, dada la ausencia de síntomas sistémicos, marcadores de inflamación y autoinmunidad.

A pesar que se han reportado adenopatías principalmente a nivel axilar y supraclavicular en asociación a vacunas contra el SARS-CoV-229 la presencia de adenopatías cervicales en nuestra paciente aumenta la sospecha de etiologías infecciosas y neoplásicas. El que hayan remitido de forma espontánea descarta la etiología neoplásica. Si bien no es posible descartar completamente una infección asociada, la paciente no reportó síntomas de infecciones prodrómicas o intercurrentes y todos los estudios infectológicos realizados resultaron negativos (Tabla 1).

CONCLUSIÓN

En el caso descrito, la presentación clínica característica, con la exposición a la vacuna Sinovac contra el SARS-CoV-2 como único desencadenante conocido, hacen sospechar un SGB secundario a vacuna como diagnóstico más probable. Sin embargo, a pesar del descarte sistemático de otros diagnósticos diferenciales, en el contexto de vacunaciones masivas, y la baja frecuencia de esta entidad, hacen muy difícil diferenciar cada caso en particular de la incidencia habitual reportada para el SGB.

En el ámbito clínico el antecedente de vacunación debe ser sopesado caso a caso. El eventual rol causal de esta vacuna y el SGB debe ser corroborado por futuros estudios epidemiológicos.

Trabajo no recibió financiamiento.

AGRADECIMIENTOS:

Agradecemos al Dr. Víctor Barrientos Labra por su apoyo técnico y discusión del caso. También agradecemos a todo el equipo de salud que participó en la neurorehabilitación del caso reportado.

REFERENCIAS

1 WHO Coronavirus (COVID-19) Dashboard. [Internet]. World Health Organization; 2021 [Consultado el 04 de junio de 2021]. Disponible en: https://covid19.who.int/ [ Links ]

2 Varatharaj A, Thomas N, Ellul MA, Davies NWS, Pollak TA, Tenorio EL, et al. Neurological and neuropsychiatric complications of COVID-19 in 153 patients: a UK-wide surveillance study. Lancet Psychiatry. 2020; 7 (10): 875-82. [ Links ]

3 Wang L, Shen Y, Li M, Chuang H, Ye Y, Zhao H, et al. Clinical manifestations and evidence of neurological involvement in 2019 novel coronavirus SARS-CoV-2: a systematic review and meta-analysis. J Neurol. 2020; 267 (10): 2777-89. [ Links ]

4 van den Berg B, Walgaard C, Drenthen J, Fokke C, Jacobs BC, van Doorn PA. Guillain-Barré syndrome: pathogenesis, diagnosis, treatment and prognosis. Nat Rev Neurol. 2014; 10 (8): 469-82. [ Links ]

5 Sejvar JJ, Kohl KS, Gidudu J, Amato A, Bakshi N, Baxter R, et al. Brighton Collaboration GBS Working Group. Guillain-Barré syndrome and Fisher syndrome: case definitions and guidelines for collection, analysis, and presentation of immunization safety data. Vaccine. 2011; 29 (3): 599-612. [ Links ]

6 Lunn MP, Cornblath DR, Jacobs BC, Querol L, van Doorn PA, Hughes RA, et al. COVID-19 vaccine and Guillain-Barré syndrome: let’s not leap to associations, Brain. 2021; 144 (2): 357-60. [ Links ]

7 Xia S, Zhang Y, Wang Y, Wang H, Yang Y, Gao GF, et al. Safety and immunogenicity of an inactivated SARS-CoV-2 vaccine, BBIBP-CorV: a randomised, double-blind, placebo-controlled, phase 1/2 trial. Lancet Infect Dis. 2021; 21(1):39-51. [ Links ]

8 Polack FP, Thomas SJ, Kitchin N, Absalon J, Gurtman A, Lockhart S, et al. C4591001 Clinical Trial Group. Safety and Efficacy of the BNT162b2 mRNA Covid-19 Vaccine. N Engl J Med. 2020; 383 (27): 2603-15. [ Links ]

9 Kyriakidis NC, López-Cortés A, González EV, Grimaldos AB, Prado EO. SARS-CoV-2 vaccines strategies: a comprehensive review of phase 3 candidates. NPJ Vaccines. 2021; 6 (1): 28. [ Links ]

10 Dror AA, Eisenbach N, Taiber S, Morozov N, Mizrachi M, Zigron A, et al. Vaccine hesitancy: the next challenge in the fight against COVID-19. Eur J Epidemiol 35, 775-779 (2020). https://doi.org/10.1007/s10654-020-00671-y. [ Links ]

11 Schonberger LB, Bregman DJ, Sullivan-Bolyai JZ, Keenlyside RA, Ziegler DW, Retailliau HF, et al. Guillain-Barre syndrome following vaccination in the National Influenza Immunization Program, United States, 1976-1977. Am J Epidemiol 1979; 110 (2): 10523. [ Links ]

12 Vellozzi C, Iqbal S, Broder K. Guillain-Barre syndrome, influenza, and influenza vaccination: the epidemiologic evidence. Clin Infect Dis. 2014; 58 (8): 1149-55. [ Links ]

13 Martín Arias LH, Sanz R, Sáinz M, Treceño C, Carvajal A. Guillain-Barré syndrome and influenza vaccines: A meta-analysis. Vaccine. 2015; 33 (31): 3773-8. [ Links ]

14 Stowe J, Andrews N, Wise L, Miller E. Investigation of the temporal association of Guillain-Barre syndrome with influenza vaccine and influenzalike illness using the United Kingdom General Practice Research Database. Am J Epidemiol. 2009; 169 (3): 382-8. [ Links ]

15 Waheed S, Bayas A, Hindi F, Rizvi Z, Espinosa PS. Neurological Complications of COVID-19: Guillain-Barre Syndrome Following Pfizer COVID-19 Vaccine. Cureus. 2021; 13 (2): e13426. [ Links ]

16 Patel SU, Khurram R, Lakhani A, Quirk B. Guillain-Barre syndrome following the first dose of the chimpanzee adenovirus-vectored COVID-19 vaccine, ChAdOx1. BMJ Case Rep. 2021; 14 (4): e242956. Published 2021 Apr 22. doi:10.1136/bcr-2021-242956. [ Links ]

17 Márquez Loza AM, Holroyd KB, Johnson SA, Pilgrim DM, Amato AA. Guillain-Barré Syndrome in the Placebo and Active Arms of a COVID-19 Vaccine Clinical Trial: Temporal Associations Do Not Imply Causality. Neurology. 2021 6:10.1212/WNL.0000000000011881. [ Links ]

18 European Medicines Agency (EMA). COVID-19 vaccine safety update for Vaxzevria (previously COVID-19 Vaccine AstraZeneca): 8 September 2021. [Internet]. European Medicines Agency; 2021. [Consultado el 05 de octubre de 2021]. Disponible en: https://www.ema.europa.eu/en/documents/covid-19-vaccine-safety-update/covid-19-vaccine-safety-update-vaxzevria-previously-covid-19-vaccine-astrazeneca-8-september-2021_en.pdf. [ Links ]

19 European Medicines Agency (EMA). COVID-19 Vaccine Janssen safety update: 11 August 2021. [Internet]. European Medicines Agency; 2021. [Consultado el 05 de octubre de 2021]. Disponible en: https://www.ema.europa.eu/en/documents/covid-19-vaccine-safety-update/covid-19-vaccine-safety-update-covid-19-vaccine-janssen-14-july-2021_en.pdf. [ Links ]

20 Rivera-Lillo G, Torres-Castro R, Burgos PI, Varas-Díaz G, Vera-Uribe R, Puppo H, et al. Incidence of Guillain-Barré syndrome in Chile: a population-based study. J Peripher Nerv Syst. 2016; 21 (4): 339-44. [ Links ]

21 Jacobs BC, Rothbarth PH, van der Meché FG, Herbrink P, Schmitz PI, de Klerk MA, et al. The spectrum of antecedent infections in Guillain-Barré syndrome: a case-control study. Neurology. 1998; 51 (4): 1110-5. [ Links ]

22 Ministerio de Salud de Chile (MINSAL). Vacunación campaña SARS-CoV-2. Total País. [Internet]. Miniserio de Salud de Chile; 2021 [Consultado el 03 de junio de 2021]. Disponible en: https://informesdeis.minsal.cl/SASVisualAnalytics/?reportUri=%2Freports%2Freports%2F9037e283-1278-422c-84c4-16e42a7026c8&sectionIndex=0&sso_guest=true&reportViewOnly=true&reportContextBar=false&sas-welcome=false. [ Links ]

23 Dimachkie MM, Barohn RJ. Guillain-Barré syndrome and variants. Neurol Clin. 2013; 31(2): 491-510. [ Links ]

24 Ropper AH. The Guillain-Barré Syndrome. N Engl J Med 1992; 326 (17): 1130-6. [ Links ]

25 Thawani SP, Brannagan TH 3rd, Lebwohl B, Green PH, Ludvigsson JF. Risk of Neuropathy Among 28,232 Patients With Biopsy-Verified Celiac Disease. JAMA Neurol. 2015; 72 (7): 806-11. doi: 10.1001/jamaneurol.2015.0475. PMID: 25962148. [ Links ]

26 Hadjivassiliou M, Sanders DS, Grünewald RA, Woodroofe N, Boscolo S, Aeschlimann D. Gluten sensitivity: from gut to brain. Lancet Neurol. 2010; 9 (3): 318-30. doi: 10.1016/S1474-4422(09)70290-X. PMID: 20170845. [ Links ]

27 Hadjivassiliou M, Grünewald RA, Kandler RH, et al. Neuropathy associated with gluten sensitivity. J Neurol Neurosurg Psychiatry. 2006; 77 (11): 1262-6. doi: 10.1136/jnnp.2006.093534. [ Links ]

28 Auger N, Quach C, Healy-Profitós J, Dinh T, Chassé M. Early predictors of Guillain-Barré syndrome in the life course of women. Int J Epidemiol. 2018; 47(1):280-288. [ Links ]

29 Keshavarz P, Yazdanpanah F, Rafiee F, Mizandari M. Lymphadenopathy Following COVID-19 Vaccination: Imaging Findings Review. Acad Radiol. 2021; 28 (8): 1058-71. doi:10.1016/j.acra.2021.04.007. [ Links ]

Recibido: 08 de Junio de 2021; Aprobado: 18 de Enero de 2022

Correspondencia a: Jonathan Wimmer del Solar, Servicio de Neurología, Hospital del Trabajador de Santiago, Chile. jlwimmerd@achs.cl

a

Neurólogo adultos.

b

PhD.

Los autores declaran no tener conflictos de interés.